Cinco personas murieron y cuatro resultaron heridas al caer una
avioneta argentina sobre el Río de la Plata, a unas cinco millas de la
costa uruguaya, a la altura de la localidad de Carmelo durante un vuelo
privado.
Dos de los cuatro heridos fueron internados en el Hospital de la
localidad bonaerense de San Fernando y luego derivados hacia otros
centros asistenciales privados, mientras que otros dos pasajeros eran
asistidos en la localidad uruguaya de Colonia.
El accidente ocurrió pasado el mediodía cuando la avioneta Beechcraft Super King Air B200 que había partido del aeropuerto de San Fernando y trasladaba a nueve personas, cayó sobre el Río de la Plata, en un sector poco profundo, luego de que el piloto de la aeronave intentara amerizarlo.
La máquina perdió todo contacto con la Torre de Control de San Fernando a las 12.20 y, alrededor de las 14, una embarcación que pasaba por el lugar dio aviso a Prefectura Naval Argentina del accidente.
El siniestro ocurrió pasando la isla Martín García, una zona mixta de colaboración entre Argentina y Uruguay por lo que el operativo de rescate se organizó entre ambos países con helicópteros y aviones especiales. "Todo indicaría que se estrello de trompa", dijo el secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni, quien comandó el operativo.
Las personas fallecidas fueron identificadas como Leandro Larriera (piloto), Gustavo Fosco (copiloto) y gerente de la empresa Renault Argentina, Facundo Alecha, Fernando Lonigro de la empresa TTS viajes y Fernando Sánchez, del área de Comunicaciones de Renault.
Cerca de las 17 los helicópteros de la Prefectura Argentina trasladaron a dos de los sobrevivientes, Santiago Villamil e Ignacio Liosa, al hospital de San Fernando, cuyo director, Carlos Maiorano, informó que está "fuera de peligro".
El médico dijo que tanto Villamil como Liosa, de 41 y 37 años respectivamente, explicó que ambos "llegaron lúcidos" y que alcanzaron a decir que "sintieron un gran ruido y luego escucharon cómo el avión amerizaba en el río" En tanto, la Armada Uruguaya trasladó a Paula Buery al Centro Médico Orameco, y a Sebastián Vivona al Hospital Evangélico, ambos de la ciudad de Colonia, desde donde se informó que su pronóstico es "favorable".
"No podemos determinar aún los motivos del accidente, pero nosotros fuimos hacia allá y pasamos dos o tres bancos de niebla impresionantes, no se veía nada", dijo Berni e informó que "ya se replegaron todas las operaciones del lugar".
Berni destacó el trabajo conjunto realizado por las prefecturas argentina y uruguaya y el de la Policía Federal, que desplegó personal y recursos para el operativo de rescate.
En tanto, el dueño de la avioneta, Federico Bonomi, dijo hoy que el piloto "era excelente" y que volaba con él desde hacía "al menos 12 años".
"Larriera era un piloto excelente, increíble, además de un amigo. Me siento muy responsable por lo que pasó, estoy en shock, no puedo procesar todavía que haya muertos", dijo.
Bonomi, quien es además dueño de la firma de ropa Kosiuko, habló con la prensa desde Estados Unidos y contó que utilizaba el avión "para realizar viajes familiares, salvo raras excepciones".
"Es un avión de alta seguridad, era un viaje de pocas horas, no entiendo qué pasó; lo usábamos para ir con mi mujer y mis cuatro hijos al campo", detalló.
La investigación del accidente quedó a cargo de la Justicia uruguaya con la colaboración de las autoridades argentinas.
La jueza María Alexandra Facal, de la localidad de Carmelo, aún no había ordenado el traslado de los cinco cuerpos que permanecen adentro del avión.
El consulado argentino en el Uruguay realizará los trámites pertinentes para repatriar los restos de las cinco víctimas argentinas una vez que la jueza lo autorice, informó el Ministerio de Seguridad de la Nación. (Télam)
El accidente ocurrió pasado el mediodía cuando la avioneta Beechcraft Super King Air B200 que había partido del aeropuerto de San Fernando y trasladaba a nueve personas, cayó sobre el Río de la Plata, en un sector poco profundo, luego de que el piloto de la aeronave intentara amerizarlo.
La máquina perdió todo contacto con la Torre de Control de San Fernando a las 12.20 y, alrededor de las 14, una embarcación que pasaba por el lugar dio aviso a Prefectura Naval Argentina del accidente.
El siniestro ocurrió pasando la isla Martín García, una zona mixta de colaboración entre Argentina y Uruguay por lo que el operativo de rescate se organizó entre ambos países con helicópteros y aviones especiales. "Todo indicaría que se estrello de trompa", dijo el secretario de Seguridad de la Nación Sergio Berni, quien comandó el operativo.
Las personas fallecidas fueron identificadas como Leandro Larriera (piloto), Gustavo Fosco (copiloto) y gerente de la empresa Renault Argentina, Facundo Alecha, Fernando Lonigro de la empresa TTS viajes y Fernando Sánchez, del área de Comunicaciones de Renault.
Cerca de las 17 los helicópteros de la Prefectura Argentina trasladaron a dos de los sobrevivientes, Santiago Villamil e Ignacio Liosa, al hospital de San Fernando, cuyo director, Carlos Maiorano, informó que está "fuera de peligro".
El médico dijo que tanto Villamil como Liosa, de 41 y 37 años respectivamente, explicó que ambos "llegaron lúcidos" y que alcanzaron a decir que "sintieron un gran ruido y luego escucharon cómo el avión amerizaba en el río" En tanto, la Armada Uruguaya trasladó a Paula Buery al Centro Médico Orameco, y a Sebastián Vivona al Hospital Evangélico, ambos de la ciudad de Colonia, desde donde se informó que su pronóstico es "favorable".
"No podemos determinar aún los motivos del accidente, pero nosotros fuimos hacia allá y pasamos dos o tres bancos de niebla impresionantes, no se veía nada", dijo Berni e informó que "ya se replegaron todas las operaciones del lugar".
Berni destacó el trabajo conjunto realizado por las prefecturas argentina y uruguaya y el de la Policía Federal, que desplegó personal y recursos para el operativo de rescate.
En tanto, el dueño de la avioneta, Federico Bonomi, dijo hoy que el piloto "era excelente" y que volaba con él desde hacía "al menos 12 años".
"Larriera era un piloto excelente, increíble, además de un amigo. Me siento muy responsable por lo que pasó, estoy en shock, no puedo procesar todavía que haya muertos", dijo.
Bonomi, quien es además dueño de la firma de ropa Kosiuko, habló con la prensa desde Estados Unidos y contó que utilizaba el avión "para realizar viajes familiares, salvo raras excepciones".
"Es un avión de alta seguridad, era un viaje de pocas horas, no entiendo qué pasó; lo usábamos para ir con mi mujer y mis cuatro hijos al campo", detalló.
La investigación del accidente quedó a cargo de la Justicia uruguaya con la colaboración de las autoridades argentinas.
La jueza María Alexandra Facal, de la localidad de Carmelo, aún no había ordenado el traslado de los cinco cuerpos que permanecen adentro del avión.
El consulado argentino en el Uruguay realizará los trámites pertinentes para repatriar los restos de las cinco víctimas argentinas una vez que la jueza lo autorice, informó el Ministerio de Seguridad de la Nación. (Télam)
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